Los últimos siempre serán los primeros
La novela que Franco censuró, entre los libros de la semana
Nuestro primer SuperViernes de agosto nos llevará hasta la India para después perdernos en la Histeria de Estados Unidos. Conoceremos más sobre una novela que fue censurada por Franco y nos acercaremos a las hazañas de seis mujeres samuráis. Y con el fin del mundo en un hotel solitario acabaremos nuestras cinco recomendaciones de la semana.
La noche de Calcuta
Comenzamos nuestra selección de libros destacados de la semana con "una mirada a la India: sobre Delhi, la vieja capital del sultanato y de la colonia británica; sobre el Rajastán, anclado en tradiciones medievales; sobre la emergente Bombay, mezcla de financieros y mendigos; sobre el sur feliz de Kerala y la caótica Madrás de los tamiles; sobre la palpitante Bengala y sobre los millones de peregrinos que siguen llegando a las orillas del Ganges en Benarés, mientras los informáticos indios organizan".
Higinio Polo es el autor de una obra que ha sido editada por Montesinos. Licenciado en geografía e Historia, y doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Barcelona. Ha publicado numerosos trabajos y ensayos sobre cuestiones políticas y culturales.
Los estados divididos de Histeria
"EE. UU. ha pasado por cuatro años de crisis económica que han culminado en el asesinato del Presidente y de todo su gabinete, un presidente despreciado dentro y fuera del país cuyo mandato solo exacerbó una situación social, política y económica que parecía no poder ser más desastrosa… Es en ese ambiente en el que el agente de la CIA Frank Villa, adúltero y ególatra, descubre un complot para convertir Washington DC en un páramo nuclear… y comete un terrible error que acaba por sumir el país, y su propia vida, en un infierno aún mayor. La única forma que tiene de enmendarlo un poco es recurriendo a cuatro criminales de la peor especie, condenados a cadena perpetua sin condicional". Un libro editado por Dolmen obra de Howard Chaykin.
Javier Mariño
"Tras la euforia de la victoria de 1939, el régimen de Franco comenzaría a enfrentarse en los años 40 con voces críticas o escépticas que volcarían su desengaño en la literatura. Cuatro obras ciertamente radicales acabarían siendo prohibidas, censuradas o ninguneadas por las autoridades del momento, marcando el terreno de lo que iba a poder ser escrito y publicado en el primer franquismo: La familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo José Cela; La fiel Infantería (1943), de Rafael García Serrano; Legión 1936 (1945), de Pedro García Suárez… y Javier Mariño (1942), de Torrente Ballester, obra que la editorial Almuzara ha rescatado del olvido y que incluimos entre los libros de la semana. Javier Mariño, primera novela de Torrente Ballester, se puso a la venta en diciembre de 1943. A los veinte días de su aparición, el 10 de enero de 1944, los ejemplares existentes en las librerías fueron retirados, y la editorial recibió orden de almacenarla.
Tomoe Gozen y otros relatos de mujeres samuráis
Entre nuestras recomendaciones de la semana nos encontramos con una obra de Ryū Tōgō sobre la vida y hazañas de seis mujeres samuráis, unas guerreras de leyenda que mostraron un valor sin igual en combate.
"Aunque en el Japón antiguo la guerra era cosa de hombres, algunas mujeres, no conformes con su papel secundario al cuidado del hogar, decidieron ponerse una armadura y blandir una espada para luchar contra el enemigo.En estas seis historias navegaremos junto a Tsuru, que lideró a los piratas de Setouchi en Ōmishima; descubriremos el gran valor e ingenio de Kai, que durante el asedio al castillo de Oshi consiguió utilizar las tácticas bélicas del enemigo para beneficiar a los suyos; sufriremos junto a Tazu, que se rebeló ante la injusticia y la mentira en una trama de perfidias y traición; y lucharemos junto a la señora de Tsuneyama y su ejército de doncellas guerreras".
Los últimos
El fin del mundo, un hotel solitario y veinte supervivientes son los ingredientes de un libro escrito por Hanna Jameson. La sinopsis apunta: "Jon Keller pensaba que ya tendría tiempo más tarde para contestar el mensaje de su esposa desde el aislado hotel suizo donde se encontraba por trabajo. Se equivocaba. Según las noticias, a la primera explosión nuclear, le siguieron inmediatamente otras. Después, todas las comunicaciones se cortaron. Algunos huéspedes decidieron abandonar el hotel sin saber lo que les esperaba en el exterior; solo veinte permanecieron allí, entre los que se encontraba Jon.".
Y añade: "Cuando el instinto de supervivencia ya domina a los últimos habitantes de un edificio gigante y fantasmagórico, el cadáver de una niña aparece en un depósito de agua. Entre ellos, hay un asesino y Jon está decidido a averiguar quién es".