Los sentimientos de las pequeñas cosas
Melancolía, nostalgia y añoranza en 'Cosas que ya no decimos, no hacemos, no existen'
Melancolía y nostalgia en dosis muy elevadas. Añoranza. Alguna lágrima perdida en el recuerdo del ayer. Sonrisas y momentos vividos. Anécdotas que regresan a la memoria. Pasado. Los sentimientos a flor de piel. Más risas. ¡Qué grandes recuerdos! En definitiva, la vida...
Cosas que ya no decimos, no hacemos, no existen es todo lo contado y mucho más. Es uno de esos libros que te hacen hablar en voz alta. Ignacio Elguero, autor de este título editado por Planeta, inicia la conversación, introduce el tema, el recuerdo y tras dos frases ya estás asintiendo, contando tus anécdotas y sacando del baúl a amigos, fechas y ocasiones.
Las generaciones de los 80 hacia atrás seguro que nos sentimos identificados por completo con dada uno de los objetos, expresiones y situaciones que recopila Elguero. Bien por haberlas vivido nosotros mismos o por haberlas sentido como propias por la herencia oral de nuestros padres.
El autor ya nos llevó el año pasado de viaje a otras generaciones en su novela Leif Garrett en el dormitorio de mi hermana. En esta ocasión, Elguero nos transmite en este nuevo libro toda esa tradición popular que hemos ido dejando en el camino con la llamada evolución.
Ahora nos hacemos selfies y fotografiamos nuestra vida al minuto, pero hace casi nada las imágenes de nuestros recuerdos iban a esos álbumes que daban fe de bautizos, bodas y comuniones. Los juegos infantiles no tenían nada que ver con los de ahora y las costumbres eran otras. ¡Hasta la familia se sentaba para ver la televisión junta!
Elguero recupera del pasado esas Cosas que ya no decimos, no hacemos, no existen, un libro que nuestros hijos tal vez lean con cara de extraterrestres cuando comprueben que en un tiempo no muy lejano había teléfonos de rueda, televisiones sin mando a distancia, máquinas de escribir y cintas de radiocasete con dos caras.