Lorenzo Silva salda una deuda con sus lectores
El escritor madrileño por fin cuenta el pasado de Bevilacqua en la lucha antiterrorista en el País Vasco
Lorenzo Silva ha saldado una deuda que tenía desde hace 22 años con sus lectores. Por fin, tras tantos años, el autor cuenta el pasado de Bevilacqua -su personaje literario más popular- en la lucha antiterrorista en el País Vasco. Y lo cuenta en El mal de Corcira (Destino), la décima novela de la serie protagonizada por Bevilacqua.
Diría que casi desde que tomé conciencia de que quería ser novelista pensé en abordar algún día en una novela este insoslayable asunto. La de la lucha contra ETA es una de las grandes historias de la España contemporánea: por su extensión, su intensidad, su significación, su culminación con éxito y sus zonas de sombra, propias de la dinámica de una organización clandestina que trata de provocar el fracaso del Estado y de la respuesta que desde el Estado recibe un desafío de esa naturaleza, con la duración y las proporciones que este llegó a alcanzar
Lorenzo SilvaNos encontramos, como apunta el propio Silva, con la entrega más extensa y tal vez más compleja de la serie. "Confío en que eso lo perciban los lectores como un aliciente y no como una desventaja. En cierto modo, tienen aquí dos libros en uno".
El punto de partido de la historia es la aparición de un varón de mediana edad desnudo y brutalmente asesinado en una solitaria playa de Formentera. "Según varios testimonios recogidos por la Guardia Civil de las islas, en los días previos se lo había visto en compañía de distintos jóvenes en locales de ambiente gay de Ibiza. Cuando sus jefes llaman a Bevilacqua para que se ocupe de la investigación y lo informan de la peculiaridad del muerto, un ciudadano vasco condenado en su día por colaboración con ETA, el subteniente comprenderá que no es un caso más".
Como apunta la sinopsis de El mal de Corcira, para "tratar de esclarecer el crimen, y después de indagar sobre el terreno, Bevilacqua tendrá que trasladarse con su equipo a Guipúzcoa, el lugar de residencia del difunto, a una zona que conoce bien por su implicación casi treinta años atrás en la lucha antiterrorista".
En las novelas de Bevilacqua y Chamorro,las soluciones son cautivadoras y los problemas, rabiosamente reales y contemporáneos
Paul Preston