Las horas crueles, la atrapante novela de Marto Pariente
Un 'country noir' entre la maldad y la locura donde los mitos, leyendas y creencias ancestrales juegan un papel importante
Con una narrativa muy visual, Marto Pariente ha firmado con Las horas crueles (Espasa) una novela de las que enganchan desde el principio por su estilo directo, sin pretensiones de dar rodeos. Con dos personajes protagonistas muy bien definidos, el ritmo, con una intensidad constante, ayuda a la agilidad con la que vamos a devorar este country noir.
Mitos, leyendas y creencias ancestrales forman parte de esta espectacular y cruel historia que nos llevará por los bajos fondos de Guadalajara y por varios pueblos y zonas de la Sierra Norte. Desde un sanatorio mental hasta una mina de plata, pasando por un camping. Tomás Moreda, el Monstruo de la Tejera Negra, tras treinta años en prisión, no recuerda qué pasó aquel día en el que perdió a sus pequeños en el bosque y le acusaron de haberlos matado.
Los secundarios también están diseñados notablemente para que aporten su extra a la historia, escrita con una prosa muy cuidada. El perfil de los mismos, de las almas, de la esencia de cada uno, está retratado a la perfección, al igual que los paisajes, ese medio rural que añade tanto a la historia. Poco a poco, Marto Pariente va encajando de manera suave las piezas del puzle de esta atractiva novela.
Así comienza...
El Monstruo huía a través del bosque en pos de la luz. Se llamaba Tomás moreda y llevaba seis meses fuera de prisión. Y lejos de tener una vida tranquila, que es lo que le habría gustado después de pasar cerca de treinta años entre rejas, seguía intentando que no lo matasen.