La tabla periódica no tiene que ser aburrida
"Durante un sueño, vi una tabla en la que todos los elementos encajaban en su lugar. Al despertar, tomé nota de todo en un papel", comentó Dimitri Ivánovich Mendeléyev.
Hombre de cabello blanco a quien sólo le cortaba el pelo un pastor una vez al año con unas desgastadas tijeras de esquilar. Extraño, malhumorado, huraño y colérico, fue el descubridor de algo tan aburrido, a simple vista, como fue Tabla Periódica de los Elementos.
Pero nada más lejos de la realidad, pues sin saberlo, este importante científico ruso sentó las bases para que el bioquímico Alejandro Navarro Yáñez, demuestre todo lo contrario; que la Química puede ser divertida como así lo atestigua en este divulgativo ensayo que acaba de publicar la editorial Guadalmazán titulado El secreto de Prometeo y otras historias sobre la tabla periódica de los elementos.
Y es que la búsqueda de los elementos químicos es la historia de nuestra especie. Un recorrido arduo que nos ha llevado desde la noche de los tiempos hasta los albores de la Era Atómica y que está repleto de hazañas, sueños y esperanzas, pero también de crímenes y mezquindades, de la mano de piedras preciosas, pócimas milagrosas, taimados venenos y sustancias aterradoras o curativas, tal y como se refleja en es te libro.
El autor:
Alejandro Navarro Yáñez (Madrid, 1961): Es bioquímico y doctor en Ciencias Económicas y Empresariales en la rama de organización de empresas. Investigador y gran conocedor de la historia de la ciencia, está especializado en Ciencia y Tecnología en la Antigüedad, en particular en aquellas áreas relacionadas con la Química, es autor de El científico que derrotó a Hitler y otros ensayos sobre la historia de la Ciencia.