Lola Flores, la Faraona, la irrepetible e inimitable artista, como hilo conductor de un viaje por la España de después del franquismo. La vida del mito y la de un país en un ensayo galardonado con el Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2016. Alberto Romero Ferrer es el autor de Lola Flores. Cultura popular, memoria sentimental e historia del flamenco. Un libro publicado por la Fundación José Manuel Lara que retrata, sobre el mapa temporal de España, la vida de un mito. 

Para conocer la historia de un país es necesario profundizar también en sus raíces artísticas y culturales. Y eso es lo que pretende Romero Ferrer trazando los vínculos entre Lola Flores y la evolución social de una época. Dese el nacimiento de la artista jerezana hasta la Transición y posterior democracia. 

El autor deja claro en la introducción del libro que “abordar un personaje tan agradecido y atractivo como el que subyace bajo el nombre de Dolores Flores Ruiz, aunque las satisfacciones pueden ser muchas, también tiene sus riesgos y peligros. Porque a la complejidad de sus raíces artísticas o su más que dilatada trayectoria en el mundo del espectáculo en sus formatos más diversos se unían, además, una serie de prejuicios ideológicos, históricos y culturales derivados, en parte, de su consideración como un producto del franquismo más recalcitrante y, más recientemente, como un producto de las revistas del corazón y el entretenimiento social”. 

Teniendo en cuenta esto como punto de partida, esta particular biografía de Lola Flores se centra en cuatro momentos que van desde los años 30 hasta la modernización total una estrella adelantada a su tiempo. Todo esto sin olvidar su presencia artística en los años de la posguerra y sus papeles en el teatro y el cine. 

El gran trabajo de documentación ofrecido a lo largo de las páginas del libro alimenta positivamente el recorrido por una memoria histórica con alma de copla. Este título se aleja del morbo -no vamos a encontrarnos con una visión íntima y personal de la jerezana- de otras publicaciones para centrarse en la figura artística y el papel que jugó en la sociedad del momento una Lola Flores que siempre se inclinó por renovar el género musical y ofrecer unos espectáculos revolucionarios. 

Rechazada por la Transición -“La cultura más oficial e institucional del posfranquismo casaba mal con la artista. Sus formas y sus desplantes, su gitanismo impostado y sus agitadas batas de cola y volantes recordaban mucho a los poderes y las formas del pasado-, la siempre atrevida y desafiante Lola Flores consiguió imponer su genio para convertirse para siempre en la Lola de España.