La maravillosa pequeña librería de Máximo Huerta

Un evocador viaje en el tiempo junto a la nostalgia y en compañía de los libros y la lectura

Un evocador viaje en el tiempo, un precioso homenaje a esas librerías que tanto nos han dado gracias a los libros, un auténtico canto en la vida en una obra que transmite luz y color.

Máximo Huerta firma e ilustra Mi pequeña librería, una joya editada por Lunwerg en una edición de lo más cuidada. Sin lugar a dudas nos encontramos con uno de esos libros que emocionan y abrazan la nostalgia, que nos traen recuerdos del ayer y que nos muestra el amor por las lecturas que han ido marcando nuestra vida. 

Los libros de aquellos años de juventud, los momentos que a veces la memoria borra y la magia de la infancia son ingredientes que forman parte de este libro donde nos encontramos protagonistas reales como la vida misma que van desde la madre de Máximo hasta su perra Doña Leo o Yolanda, la responsable de su librería. 

Así comienza...

Mamá se había puesto enferma. La casa del pueblo me esperaba para devolverla a la vida y con ella, también a mamá. El hospital era la cuarta habitación, el salón de espera, el anexo de nuestra vivienda. La ambulancia nos recogía en la puerta, y después de un recorrido en busca de otros enfermos, llegábamos a las consultas donde empezaba todo el tratamiento. 

Comenzamos a perder el brillo en la mirada en ese zigzag de la carretera: los ojos de los enfermos no miran a ningún sitio y los de los acompañantes solo tienen una dirección. La ropa fue repitiéndose: un pantalón cómodo, las mismas zapatillas y una sudadera amplia. No pensar. No verse obligado a elegir. Eliminar quebraderos de cabeza. Limpiar zozobras .


Por: María Vila
Fecha: 04-01-2025