La chica de nieve, un juego literario apasionante
Javier Castillo firma un nuevo éxito editorial con una historia que cuenta con un ritmo trepidante
Javier Castillo sigue demostrando que es uno de los autores más leídos en los últimos tiempos. Tras el éxito alcanzado con El día que se perdió la cordura, El día que se perdió el amor y Todo lo que sucedió con Miranda Huff, ahora le llega el turno a La chica de nieve (Suma de Letras), un thriller que nos atrapará desde el primer momento con una historia con un ritmo trepidante.
Nadie confió al principio en su talento narrativo
Castillo, que tuvo que comenzar autoeditándose sus libros ante el rechazo y la imposibilidad de encontrar editoriales que apostasen por su escritura, firma otro fenómeno editorial. Nos encontramos ante una entretenida novela con una gran carga sensorial y psicológica.
La desaparición de una niña durante el día de Acción de Gracias es el punto de partida de un juego literario apasionante. Cinco años después de la desaparición, la aparición de una cinta de vídeo muestra a la pequeña Kiera con vida. Una periodista se encarga de iniciar una investigación que acaba también siendo su propia búsqueda.
Bien estructurado, con unos personajes con una voz propia muy definida y unos giros que mantienen la tensión de esta intrigante historia con un final sorprendente.
Las sombras se mueven por miedo a la luz. Las noches eran siempre lo más difícil para Miren. En ellas las sombras ya no sólo eran sombras sino problemas, la gente solía caminar consciente de que la falta de luz jugaba a su favor, y los escondites para ocultarse, a pesar de ser más numerosos, estaban todos ocupados por personas intentado hacer lo mismo. Pero nada de eso era igual con un arma bajo la chaqueta
La chica de nieve
