La Cádiz más insólita y secreta en una guía para amantes de la Tacita de Plata, la Bahía y Jerez
Un recorrido por los tesoros escondidos que muchas veces pasan desapercibidos para los habitantes y viajeros
Cádiz, la ciudad más antigua de Europa, posee rincones maravillosos, lugares mágicos y llenos de historia. Sus vecinas San Fernando, Puerto Real, El Puerto de Santa María y Jerez también cuentan con increíbles tesoros desde el punto de vista social, arquitectónico y paisajístico. A dar una vuelta por esos rincones nos invita Ricardo de Castro en Cádiz insólita y secreta (Editorial Jonglez), una guía para amantes de la Tacita de Plata y sus localidades próximas.
Quienes conozcan estas localidades tal vez hayan pasado cientos de veces por algunos de los rincones que recoge el libro y tal vez no se hayan percatado nunca de los detalles que revela su autor.
La obra está dividida en siete partes. La primera de ellas nos lleva de La Caleta a la Alameda Apodaca para seguir caminando de San Carlos a la Plaza de la Candelaria y de la Catedral a Puertas de Tierra. El resto de capítulos están dedicados de manera exclusiva cada uno a San Fernando, Puerto Real, El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera.
El libro es, sin lugar a dudas, una clara invitación a disfrutar del paseo por estas ciudades, observando con detalle el paisaje urbano y prestando atención a esas curiosidades que enriquecerán más si cabe nuestro caminar.
La sinopsis
Un cañón holandés protegiendo la esquina de un palacio, una estatua que se bajó de su pedestal en dirección al mar, una fuente decimonónica que regaló el gaditano que se postuló como rey de Albania, el catalejo original de los vigías de Cádiz, un antiguo mareógrafo de piedra ostionera, un vestigio del Carnaval de 1930, el magnífico palacio del último Virrey del Perú, un ancla enterrado usado como guardacantón, unas estatuas de dos santos negros veneradas por esclavos y libertos, una espléndida antigua farmacia del siglo XIX, la colección más extensa e insólita sobre el vino y el brandy de Jerez, el portón de una iglesia con más de cien escudos de la Inquisición, una casa decorada por multitud de símbolos masónicos, una espectacular bodega con la colección más importante de grabados de Picasso, los vestigios del astillero de una compañía naviera con destinos en los cinco continentes en 1878, un curioso museo en un parque de bomberos…