Impactante inicio para una trama bien atada
El primer capítulo de Causas naturales, novela negra de James Oswald editada por Planeta, es de los más atrevidos e impactantes que he leído últimamente. Y ya no sólo por lo fuerte de lo narrado, sino por la arriesgada apuesta que realiza el autor comenzando su relato de la forma que lo hace.
Tal vez algún lector se haya podido quedar en el camino al no superar las secuencias relatadas en esas primeras sencuencias de la novela, pero aquellos que hayan logrado avanzar en las terroríficas descripciones podrán descubrir una novela con un ritmo perfecto, narra sin ninguna prisa pero sin pausa. No se precipita tampoco a la hora de adelantar los acontecimientos en un final bien cerrado.
La historia es redonda, con una trama bien atada e imprevisible. La intensidad es total y quizás haya momentos demasiado macabros para lectores sensibles, pero también es esa forma de narrar la que dota de un gran atractivo a Causas naturales.
No se podría hablar de la típica novela policiaca, ya que hay una mezcla especial entre lo clásico y esa pasaje que lleva al relato a entrar en determinados momentos en el ocultismo.
El misterior permanece en todo momento tras entrar de forma brutal en la historia con el primer capítulo. La apuesta por una prosa ligera también ayuda mucho a no tener que perderse en florituras. Y aunque Oswald añade ese ingrediente sobrenatural, la novela no se aleja de algo que pueda no resultar creíble. Lo oculto acaba encajando bien con esos misterios fuera de lo común.
Anthoyny McLean es el protagonista de la novela, un inspector detective de Edinburgo con mucha intuición, persistente y que cree mucho en su sexto sentido. Este personaje es también el protagonista de otras novelas del escritor.
El autor:
James Oswald: Este granjero escocés se ha convertido en un auténtico fenómeno de ventas gracias a novelas como Causas naturales. Ha sido ya traducido a más de 14 países y ha vendido medio millón de ejemplares de la obra reseñada.