El leopardo' devoró al odio
O las amo o las detesto. Así es la relación que mantengo con las novelas nórdicas. Y en el título en cuestión del que voy a hablaros puedo decir que camina más hacia la primera dirección.
Cada uno tendrá un grado de exigencia a la hora de que una novela supere su corte o no personal. Yo suelo buscar intensidad, novedad, tensión, acción, ingredientes que he encontrado en El leopardo (Roja y Negra), de Jo Nesbø.
Con el protagonista, Harry Hole, ocurre lo mismo. O lo amas o lo odias. Es un detective que no vive precisamente sus mejores horas. Está de capa caída, retirado prácticamente y envuelto en una espiral peligrosa de drogas y alcohol. Ha abandonado su hábitat natural para instalarse en Hong Kong, de donde vuelve para investigar un caso que únicamente él puede resolver.
En algunos giros, Hole me recordó al Sherlock Holmes de la serie televisiva Elementary. El personaje, en su lucha contra sus propios demonios, también forma parte de otras dos anteriores novelas del autor. Hole tiene un enfrentamiento doble, contra el psicópata que busca y contra sus miedos. Mantiene una relación especial con una bella polícia y ve pistas donde nadie las encuentra.
La novela va alternando los escenarios, va viajando de un lado para otro, de Hong Kong a Oslo, del Congo al Círculo Polar. Recorridos y paisajes atractivos que le dan un atractivo extra a las escensas. El leopardo es pura novela negra nórdica, con un ritmo trepidante y un final de lo más sorprendente.
Aunque no cae en elementos sensacionalistas, algunos momentos están cargados de narraciones muy duras para algunos lectores. Adictiva, es de esos libros que no te dejan dormir y que me gusta recomendar para los fines de semana: Empiezas el viernes y haces todo lo posible por llegar al desenlace el domingo.