El diario de Eva Heyman
'He vivido tan poco', un relato sobre el horror nazi desde la mirada de una niña de 13 años
El Holocausto nazi dede la mirada de una niña de trece años. Un libro para aquellos que cuestionan lo que puede aportar recuperar la memoria histórica a través de testimonios como el de Eva Heyman, una joven húngara a la que la deshumanización le robó la vida.
El 13 de febrero de 1944, cuando cumplía trece años, Eva decidió escribir un diario al que, como si de un amigo se tratase, le iba contando su día a día. Casi cinco meses después, sus letras quedaron silenciadas al tener que esconder su diario. Poco después, llegó el final. "Según testigos oculares, Mengele mismo empujó a Eva para que subiera al camión de la muerte". Era el 17 de octubre de 1944.
Ni siquiera los niños lloraban, todos parecían sonámbulos, como si no estuvieran vivos. Entraron tan mudos y tiesos en los vagones
He vivido tan poco. Diario de Eva HeymanSorprende la madurez con la que la joven relata todo el dramatismo de un período de la historia marcado por la barbarie y la crueldad humana. Tan estremecedor como revelador, He vivido tan poco. Diario de Eva Heyman (NED Ediciones) es un libro más que necesario para que los jóvenes lectores conozcan la historia y empaticen con todos aquellos adolescentes que dejaron de soñar por culpa de los nazis.
Las ganas de vivir de Eva, la relación con su familia (sus padres se divorcian y ella vive con sus abuelos), sus miedos y sus sueños forman parte de este libro que, como indica Elvira Lindo en el prólogo, nos cambiará y transformará. "No se es la misma persona tras leer el pequeño diario de Eva". Un relato intenso y reflexivo que nos golpeará el alma.
Así comienza...
"Hoy cumplo trece años. Nací un viernes 13, día de la mala suerte. Ági es muy supersticiosa, pero le da vergüenza confesarlo. Ya sé que van a operarla, pero aun así hubiera podido bajar. También en Várad hay buenos médicos. Es mi decimotercer cumpleaños y no ha venido. Ella está feliz ahora porque el tío Béla ha salido de la cárcel. Ági quiere mucho al tío Béla, y yo también lo quiero. La abuela dice que Ági no quiere tanto a nadie, ni siquiera a mí; pero yo no lo creo. Es posible que cuando era pequeña no me quisiera, pero ahora sí, sobre todo desde que le prometí que de mayor seré fotógrafa de prensa y me casaré con un ario inglés".