¿Desnudo se llega más lejos?
'La luna no respondió', una búsqueda interior que camina por el enigmático mundo creado por Juan Pedro Rodriguez Murillo
¿Cómo salir de un charco? ¿Cuánto puedes soportar la tristeza? ¿El agua conoce el camino? ¿Qué harías por viajar en una nube? ¿Desnudo se llega más lejos? ¿Seguir adelante, a pesar de todo? ¿Para que sirve? ¿Por qué diferenciar vida y viaje? Cuestiones para reflexionar. Preguntas para leer. Respuestas pendientes de una solución. Y... La luna no respondió.
En un mundo literario tan saturado, con tantas propuestas que repiten patrones, que abusan de contenidos marcados por el marketing literario, que venden humo entre letras, siempre es agradable encontrar apuestas diferentes como la que ofrece Juan Pedro Rodríguez Murillo en La luna no respondió, una obra que nos propone crear nuestra propia hoja de ruta en busca de nuestro destino.
El pasajero debe desear emprender su viaje, pues la fuerza con que la cama elástica lo impulsa hacia el aeropuerto es directamente proporcional al deseo del viajero. La única manera de empezar el vuelo es: volando
'La luna no respondió'Un libro que cuenta con unos personajes de lo más peculiares. Una historia totalmente diferente a lo que podemos leer habitualmente. Editado por Ediciones Entricíclopes, Juan Carlos Ortega Cervigón es el autor de las ilustraciones que también aportan una visión importante a este juego literario.
Una búsqueda interior que camina por un mundo enigmático, un mundo irracional, sin nombre, sin alma. Con una prosa con muchos trazos poéticos, el autor confecciona una ambientación muy especial con un estilo muy particular. Original, por momentos confusa, en ocasiones soñadora, la luna nos marcará el camino en una novela que va creciendo notablemente con el paso de las páginas.
Con cada paso que daban sentían que la calma iba abandonando sus cuerpos. Y aquella media nube con forma de pasadizo clavada en el cielo se desclavaba y dejaba ver una enorme luna llena, embaucadora, insinuante
'La luna no respondió'