Cultura, historia y raíces del cabello
Veintisiete mujeres. El mismo número de relatos cortos. Y un tema en común: el cabello. Editado por Elizabeth Benedict, Mi cabello y yo (Indicios) es todo un culto al pelo de la mujer.La importancia que tiene el cabello, su simbología en diferentes culturas, las historias y reflexiones sobre los diferentes tipos forman parte de esta colección de ensayos que lleva la firma de la propia Benedict, Hallie Ephron, Deborah Feldman, Julia Fierro, Ru Freeman, Myra Goldberg, Marita Golden, Rebecca Newberger Goldstein, Jane Green, Katie Hafner, Maira Hinojosa, Deborah Hofmann, Siri Hustvedt, Suleika Jaouad, Deborah Jiang-Stein, Emma Gilbey Keller, Anne Kreamer, Alex Kuzczynski, Anne Lamott, Honor Moore, Bharati Mukherjee, Rosie Schaap, Elizabeth Searle, Jane Smiley, Deborah Tannen, Adriana Trigiani y Patricia Volk.
Las autoras, a través de sus relatos, explican esa obsesión que incluso a veces existe por el cabello. "La mayoría de los días me hago dos trenzas y me las sujeto hacia arriba con horquillas, simétricamente, una a cada lado de la cabeza. Puede que mi pelo me fallara cuando era una hippie jovencita, pero ahora que soy una hippie de mediana edad se porta bastante bien".
¿Corto o largo? ¿Liso o rizado? ¿Color natural o teñido? Dilemas, curiosidades, pelos familiares y cabellos históricos y famosos. El libro, mientras que nos peinamos, nos ofrece una serie de relatos muy entretenidos. Algunos nos dejarán sonrisas y otros nos ofrecen algo más de emotividad. El tipo de peinado en función del país, de la edad, la relación con el cabello y hasta tratamientos para que esté mucho mejor.
Toda una peluquería en forma de libro: "El truco el ahuecado consiste en cardarse el pelo. O en torturárselo, mejor dicho, dado que hay que frotarlo enérgicamente con un peine hasta tenerlo todo enmarañado y en alto. Luego hay que alisarlo, apelmazarlo y darle forma de bola gigante. Unas cuantas rociadas de laca y queda bien rígido, como un algodón de azúcar". Y muy dulce resulta la lectura de Mi cabello y yo.