Cuando contar es vivir
Contar como pasión, como manera de sentir, como forma de enfrentarse a los miedos... contar como máxima expresión de vivir. Los apasionados de la lectura y de la escritura saben a lo que nos estamos refiriendo. En +LEER nos apasionan las historias y sus autores. Y nos gusta hablar de los libros, de sus historias y de sus mensajes.
Contar es vivir (te). Así reza el encabezado de la página personal de J. Gustavo Catalán, un oncólogo especializado en cáncer de mama al que también le fascina la escritura. Un día, la vida le llevó a enfrentarse personalmente con ese mal al que ha mirado tantas veces cara a cara en su profesión.
Oncólogo y paciente se encontraban. Y en ese encuentro nacía Frente a mí (Huerga y Fierro), un relato donde el autor analiza su enfermedad desde el punto de vista profesional y también ofrece un rincón para el capítulo más personal.
Como indica el propio J. Gustavo Catalán en su libro: "Relatar es hoy, para mí, disponer de un lóbulo occipital donde suejtar el temor y apartarlo".
El autor:
J. Gustavo Catalán: Doctor en medicina, oncólogo y escritor. Nació en Ordizia, Guipúzcoa, en 1946. Es autor o coautor de un centenar largo de artículos profesionales y ocho libros sobre distintos aspectos de su especialidad, becado por trabajos de investigación, miembro de sociedades científicas internacionales, de comités editoriales en revistas médicas…, pero también atesora una vocación literaria gestada en su relación como médico de tantas gentes y macerada en ese espíritu observador, analítico e irónico que lo caracteriza.
Laboriosamente, con regularidad, nos va regalando por entregas una prosa de riqueza infrecuente. Por sus artículos semanales, publicados desde hace quince años en Diario de Mallorca, desfilan vivencias, sentimientos, viajes y anécdotas; personas, personillas y personajes… Y, siempre, una visión comprometida de sí mismo y de los tiempos que vivimos. Entre sus libros de relatos, los primeros de su recorrido literario, De una cierta desmesura (1993), Mi Giovanna por tres horas (1997) y otros en volúmenes colectivos. Más tarde, ya en el terreno mayor de la novela, No habrá quien nos pueda separá más nunca (2000) y La fosa común (2001) o Tiempo de despedidas (2006).