Las cartas, hoy en día olvidadas, fueron en su día protagonistas de muchas historias. Y le dieron vida propia a numerosos relatos. Las cartas también han sido elementos importantes en el mundo de los libros, con novelas epistolares como la que destacamos a continuación. 

 

Cartas llegadas de Europa, además de ser la novela que ganó el XX Premio Vargas Llosa, es literatura a través de la escritura de las cartas que el protagonista de este libro manda a su hermano para contarle, y hacerle llegar a Argentina, todo lo que está viviendo en el Viejo Continente, en la antesala de la Segunda Guerra Mundial. 

 

Con una cubierta maravillosa y una destacada edición de Tropo Editores, Carlos Sánchez Granel firma un libro con historia, filosofía, sentimiento y amor. Con una narrativa muy cuidada, el autor camina con paso elegante por la memoria de la guerra en este diario de aventuras y pasiones encontradas. 

 

El protagonista de la historia llega en marzo de 1938 a París desde Buenos Aires. En Europa conoce nuevas costumbres, diferentes gustos culturales y otro orden político. A Praga llega persiguiendo el amor según va descubriendo las corrientes filosóficas y el devenir de los acontecimientos históricos. Con un toque destacado de originalidad, al colocar a un argentino formando parte de la resistencia checa durante la guerra, Sánchez Granel compone una atractiva y recomendable historia. 

“Sentados después bajo un sauce, solos con Irenka, tuvimos una larga conversación donde por primera vez habló de sí misma; habló de su infancia, de un lugar con álamos, de unas montañas cercanas, de unas muñecas que nunca quiso que hablaran, de haber creído que una ninfa de la nieve; odiaba que la nieve dejara de caer porque se convertía en un hielo pisoteado y sucio. Le pregunté (con la falsa excusa de tu interés) si ya había decidido la filosofía que más le interesaba desarrollar, si la fenomenología, si el existencialismo. Me sorprendió contestando que la filosofía del lenguaje”.