Ausencia, el cáncer y yo
Emotivo libro sobre la vida, la infancia, la amistad, la familia y los maravillosos lazos entre madres e hijas
Al Madrid de los años 80 nos lleva una historia tan íntima como conmovedora, una experiencia vital, el relato de una niña que luchó junto a su madre contra el cáncer. Hospitales que se convierten en hogares, sueños interrumpidos y mucho amor. Ausencia, el cáncer y yo es el título de un maravilloso libro que lleva la firma de Carmen Rodríguez y Sergio Castro. La edición, muy cuidada, corre a cargo de Next Door Publishers.
Últimamente me daba por pensar que los enfermos éramos como esas plantas delicadas que viven en un invernadero con luz artificial
Ausencia, el cáncer y yo
Una historia de lo más emotiva. Imposible no emocionarse con las vivencias de la pequeña Carmen, cuya infancia va de la mano junto al cáncer, uno de los actores principales de un libro que también cuenta entre sus protagonistas a la amistad, los valores, la huella que deja la infancia, la familia que uno elige, esos maravillosos lazos entre madre e hija y las matemáticas, sí, las matemáticas. "¿Para qué sirven las mates? -pregunta Sergio Castro en el prólogo- Una buena respuesta sería: Para salvar vidas".
Sinceramente, creo que, dentro de mi mala suerte, me dejaron un muñón súper chulo, un muñón largo y elegante
No faltan libros ni música ni juegos de los ochenta en un relato tan nostálgico como sorprendente. Una historia de transformación que también nos sacará algunas sonrisas. Ameno, se lee de manera ágil y nos sentiremos muy identificados con muchos de los pasajes por todo lo que transmite un libro que es todo vida, a pesar de los problemas y adversidades de la misma.
Ausencia, por cierto, es la madre de la pequeña Carmen. En su memoria está escrito este maravilloso libro. "Juntas pasamos más tiempo enfermas que sanas, primero tú cuidaste de mí y luego yo de ti. A pesar de tanto dolor supimos reírnos ¡y de qué manera! Después de tu pérdida nada ha vuelto a ser lo mismo, salvo cuando se me ocurre alguna tontería de las que te hacían reír tanto, entonces por un instante tu cándida sonrisa resuena en mi cabeza con la misma fuerza de antes". Hay que leerlo.
