'Así que quieres ser escritor': el poema de Charles Bukowski que tienes que leer para escribir bien
¿Quieres ser escritor? No, no te pongas a escribir. Mejor, lee. Por ejemplo, la poesía de Bukowski
El padre del realismo sucio norteamericano, Charles Bukowski, tiene una obra donde aborda de una manera directa, con un lenguaje sin florituras, los bajos fondos de la sociedad.
Con una forma de escribir directa habla de fracasados, de perdedores, de gente que vive al margen de la sociedad que le ha tocado vivir. Habla de en definitiva de la derrota y de la vida.
Entre sus textos, hay poemas como Así que quieres ser escritor, un texto que trasciende al que parece ser su público objetivo. Su contenido, su mensaje, bien puede ser aplicado a cualquier aspecto de la vida, a cualquier profesión, a cualquier acción que quiera realizarse.
Es un texto que habla del fracaso, de la derrota, de las posibilidades reales de perder. Pero también por eso precisamente puede ser considerada poesía motivadora.
Así que quieres ser escritor
Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.
Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.
Si primero tienes que leérselo a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.
No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
o hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.
