Fascinante y mágica. Me he sentido tan identificada desde el principio con la historia, con los personajes, que solo puedo recomendar y recomendar un mucho de Instant Karma (Suma de Letras), una novela tan diferente hasta el punto de estar escrita a cuatro manos (Merche Murillo y Fatima Embark) por un único nombre (las jóvenes autoras firman con el seudónimo de Wendy Davies). 

 

“¿Alguna vez te has sentido solo a pesar de estar rodeado de gente? ¿Tan diferente como un gato en un mundo de perros o un cactus rodeado de erizos?”. Ya con estas dos cuestiones -con las que inicia la sinopsis de la novela en la contra de la misma- se marcó un triple. Yo, que creo como John Lennon, en hadas, mitos y dragones, y que seré siempre una lectora eterna de El Principito. Yo, tan gato con cactus, y tan enamorada de esos dos personajes (Rin y Via) que son irresistiblemente maravillosos. 

 

Desde el principio, las autoras logran meterte en la piel de los personajes y te hacen sentir junto a ellos. Te sacan la risa de forma fácil y te dan pronto el pañuelo para cuando aparece alguna lagrimilla. Y es que el relato te deja momentos divertidos, dulces y también tiernos, muy tiernos. 

 

Rin tiene el síndrome de Asperger (un trastorno severo del desarrollo) y Via tiene su karma, su confianza en la existencia del mismo. Aunque en apariencia no tienen nada en común, al final resulta que contaban con todo para complementarse. Y es que las diferencias no existen cuando se cultivan los sentimientos. 

 

De la enfermedad de Rin no hacen ningún drama y siempre se agradece encontrarte con una mirada más vitalista y optimista como la que se ofrece en Instant Karma. El libro también te deja infinidad de frases filosóficas y de autoayuda. Además, cada capítulo comienza con una cita célebre de autores como Benedetti, Machado o Cortázar. 

 

Si te gustan las historias emotivas y reflexivas, la magia de los cuentos, no te puedes perder Instant Karma. Palabra de erizo. 

 

“También entendió que el amor es como un idioma que solo dos personas pueden comprender: se preguntó si Via y él lograrían comunicarse algún día”.