Magistral, querido Heller
Maximilien Heller es un joven caballero que protagoniza la novela que lleva su nombre. Maximillien Heller es la novela escrita por Henry Cauvain que ha recuperado recientemente editorial dÉpoca en una edición de lujo.
Aunque policíaca en su gran recorrido, la novela se aproxima al relato gótico en ocasiones y, sobre todo, envuelve al lector dentro de todo lo clásico en referencia a este tipo de historias de detectives del finales del siglo XIX.
Y tras la lectura del libro es inevitable la comparación con el personaje de Sherlock Holmes, que apareció 16 años después que el de Heller. ¿Se inspiró Conan Doyle en Maximilien Heller para dar vida a su detective? Las similitudes que guardan ambos personajes hacen que la pregunta sea elemental y obligada.
Y ya no sólo en lo referente a los protagonistas... Jules, el doctor que lleva la voz narrativa en la parte inicial de la novela de Cauvain, puede pasar perfectamente por el padre de Watson y el Moriarty de Doyle se asemeja bastante con Wickson, uno de los personajes de Maximilien Heller.
Heller es adicto al opio, padece insomnio, tiene grandes conocimientos de química, maneja la ciencia forense y aplica la deducción de una forma cuasi perfecta. Sus pensamientos y conjeturas únicamente se las cuenta a ese médico que es el encargado de narrar las investigaciones de este detective privado que aparece moribundo al inicio de la historia, pero que revive cuando se entera de que su vecino ha sido acusado de asesinar a su señor.
Y además del personaje también revive el libro gracias a esta edición perfectamente ilustrada por dÉpoca, una editorial que destaca siempre por el mimo y los detalles con los que cuida a sus hijos literarios. Como ocurriera con El misterio del carruaje, la apuesta ha sido todo un acierto.