El hijo perdido
Sentimientos contrariados en un retrato histórico de una Europa que camina con cinismo entre historias individuales, dolor y un canto a la esperanza
Aunque fue publicada por primera vez en 1 949, El hijo perdido llega ahora ala español de la mano de Nórdica Libros y con la traducción de Blanca Gago. Margharita Laski fue la autora de una historia que nos llevará por la Francia de la posguerra en busca de un niño perdido que es el encargado de representar también el sentido de la pérdida.
"Hilary nunca sabría por él de la existencia de un niño que mordía y lloraba en un psiquiátrico de Tours, y que bien podía, por fechas, pruebas de sangre y todo que sabía de su historia, ser el hijo de Hilary. Tampoco le diría nada acerca de aquel niño que a hora vivía cerca de Lyon y representaba el único consuelo que tenían sus padres, cuyos hijos biológicos habían sido atrapados por la Gestapo y torturados antes de morir".
La novela nos ofrece un ambiente de posguerra que demuestra que las guerras siguen mucho más allá del final de las mismas
Sobre El hijo perdidoHilary es un soldado inglés que vuelve a Francia en busca de su hijo y Jean es un niño que forma parte de los protagonistas de esta conmovedora novela. ¿Será el hijo de Hilary? El hijo perdido no es una lectura fácil y menos en estos momentos en los que estamos algo más inestables por el confinamiento que estamos viviendo. Y no es fácil por las emociones que nos ofrece en ese ambiente de posguerra que demuestra que las guerras siguen mucho más allá del final de las mismas.
Pero entre la profundidad y el dolor también nos encontraremos con un canto a la esperanza y con la historia de una búsqueda interior. París nos aparece en decadencia, el orfanato situado al norte de Francia representa la reflexión: "Vine aquí preparado para cumplir con mi deber. Si el niño fuera mío, me lo llevaría, si no lo fuera, lo dejaría. Iba a ser tan simple como eso. No habría lugar para el sentimiento en semejante decisión. La palabra aquí es el deber, no el sentimiento".
Sentimientos contrariados en este retrato histórico de una Europa que camina con cinismo entre historias individuales como las narradas en este libro.