Un buen plato de nostalgia
'Cocina viejuna', una delicia de libro que nos traerá recuerdos gastronómicos y familiares de aquellos maravillosos años de nuestra infancia
Una delicia de libro para todos los sentidos. Y para la nostalgia. Viajar al pasado a través de la cocina, de las recetas del ayer con Cocina viejuna (Larousse), un libro que forma parte de nuestro especial de libros sobre otras generaciones. La periodista gastronómica Ana Vega Pérez de Arlucea, también conocida como Biscayenne -nombre de su blog gastronómico sobre historias de comida y comidas de la historia- es la autora de una obra que cuenta con el trabajo fotográfico de Becky Lawton y con el prólogo de Mikel López Iturriaga.
Como se cuenta en los primeros capítulos del libro, "en la dorada época viejuna los camareros se llamaban Hermenegildo o Agapito, llevaban pajarita, zapatos duros y trataban a los clientes como a majarás. Lo mismo tomaban la comanda que servían un cóctel, hablaban de filosofía, trinchaban u pavo o encendían un puro al comensal".
Este retrato de una escena cualquiera en un restaurante de los de antes refleja la esencia del libro. La gastronomía de antes, sus productos y su entorno, como excusa para llevarnos a aquellos maravillosos años en lo que éramos -o al menos ahora nos lo parece- más felices. O el viaje al pasado como argumento para meternos en la cocina y recordar todas aquellas recetas de nuestras madres y abuelas.
La gastronomía española dio aun paso de gigante cuando se sacudió el luto del estómago y comenzó a andar por el camino de la creatividad
'Cocina viejuna'De lo canapés variados al jamón con huevo hilado, del solomillo Wellington a la ensaladilla rusa sin olvidarnos de los emparedados y bocatas de entonces, de los pijamas, los limones helados o el San francisco. Cocina viejuna está dividido en seis partes. Para empezar nos vamos de convite de tiro largo y sin especificar, todo muy digno de restorán. La época dorada de las bandejas de aperitivo también tiene su sitio importante junto a la gastronostalgia infantil de aquellas meriendas de décadas pasadas.
Una de paté
"Inspirado en una receta landesa, el foie a las uvas dio comienzo a la pasión viejuna por el hígado de pato".
Buena nota
"Progresa adecuadamente para los que decoren la ensalada con flores de salchicha y pepinillo".
Sin emplatar
"Lo de llevar los platos ya emplatados a la mesa es de modernos y encima te hace perder los ahhs de expectación".
Perfectamente ilustrado con imágenes que nos van a llevar en un suspiro por los recuerdos del ayer, no faltarán el capítulo dedicado a los iconos del verano y, por supuesto, el del banquete navideño. Con el mueble bar, con aquellas bebidas viejunas cierra esta deliciosa obra a la que no le falta de nada.
Numerosas recetas sirven de hilo conductor de historias, detalles y curiosidades sobre lo que vivimos hace ya algunas décadas. Por supuesto que es un libro donde la comida tiene un papel importante, pero no es de lo único que se habla. Además, nos vamos a encontrar con mucho humor y fina ironía. Un plato en papel cocinado con muchísimo gusto.